lunes, 27 de febrero de 2012

Rompiendo el molde

En un momento como el que vivimos, donde tener un trabajo parece un privilegio y en el que parece que vale aquello de "aguanta, traga, pasa por el aro...hay que trabajar donde y como sea", son pocos los que se atreven a salirse del camino prefijado y buscarse las castañas fuera de la empresa de turno.

Nos hacemos reháceos a cambiar de puesto, de ciudad y/o de sector por miedo a que estemos peor de lo que estábamos.

Pero aún, menos mal, existen personas que con puestos extraordinarios y una comodidad envidiable por la mayoría, deciden que es el momento de emprender nuevos proyectos, buscar nuevos retos para llenar sus inquietudes en otros sectores o países y romper el molde de lo que "debe ser".

Apostar firmemente por sus ilusiones respetando, por supuesto, que será duro y que es arriesgado, que puede salir mal y que vendrán momentos duros de negación tipo "¿por qué no me quedé como estaba?".

A ellos, les digo que la sensación a largo plazo sería bastante peor si no lo hubieran intentado, porque siempre se quedarán con el "Y si hubiera hecho...". Go ahead!

Recientemente he presenciado dos casos y parece que vendrán más en las semanas/meses siguientes. Ánimo y fuerza, os saldrá genial =).

Por otro lado, hay gente quemada con su trabajo, que está estancada y falta de ilusión y que no cambia por miedo al fracaso.

Para ellos, que intenten buscar motivaciones en la situación actual que viven, que busquen nuevas inquietudes y que sean proactivos, proponiendo e intentando cambiar cosas que los hagan estar más implicados y que crean pueden contribuir a la organización.

Y si ni con esas, si tienen en mente un cambio porque lo necesitan o les falta ese último empujón, que lo intenten y no se queden con la duda de "lo que pudo ser y no fue". Hacia atrás, ni para tomar impulso.

+1 para todos aquellos que estáis inmersos en ese cambio o en proceso. Admiración ;)

Saludos,

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