Generalmente, cuando desde los departamentos de marketing proponemos estrategias que no podemos (o es muy complicado) medir su rentabilidad, nos encontramos con un intenso y duro debate con el director financiero.
Éste, tiene clarísimo que precios debemos poner a nuestros productos o servicios, que descuentos podremos aplicar y la previsión de ventas que se tendrá (acordada con los respectivos comerciales). Al fin y al cabo, son fórmulas y números que buscan que la cifra esté en azul al final del año fiscal. Puramente cuantitativos. Nota: Totalmente necesario y valorable en una empresa. Imprescindible.
Por tanto, se ve coherente destinar una serie de recursos acordes con esas "ganancias" monetarias con las que la empresa contará por la venta o prestación de servicios.
Cuando, por el contrario, se proponen acciones y estrategias con carácter cualitativo, buscando llegar al cliente, permanecer en su mente, comunicar a que nos dedicamos con la intención de crear marca y que se nos conozca etc., la discusión está asegurada: Y eso, ¿como lo mido? ¿Cómo te doy budget si no se cuántas ventas me supone?
Este tipo de fricciones entre departamentos, los "tira y afloja" van mermando el potencial de la compañía, ya que se desaprovechan sinergias que podrían mejorar el rendimiento global de la empresa.
Es necesario alinear ambas posiciones y llegar a acuerdos mutuos, buscando puntos medios que permitan aprovechar el conocimiento de ambos, porque solo así se conseguirán ventajas competitivas respecto al resto.
Y, sobre todo, no ser reháceos a muchas de las nuevas "armas digitales", viéndolas como una manera de perder tiempo o algo que no llega a "nuestro sector".
No se trata de abandonar las formas tradicionales de mkt, sino de complementarlas con las actuales y no quedarse rezagado de las tendencias del mercado.
Saludos,
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