Tag, por su parte, fue una adaptación virtual al uso que se emplea para clasificar ciertas características de las prendas en el mundo de la moda.
Un día, a alguien se le ocurrió crear un pajarito azul, supongo que su nombre es Mr.Twitter. Éste, lanzo al mundo una plataforma que fue ganando adeptos variopintos, que partía de un nivel 0 o unknown a uno 10 o celebritie.
La mascota de Mr.Twitter pensó que Hash y Tag podrían ser una pareja con futuro: Mientras Hash tenía su propia tecla (aunque compartida y obligada a pasar por alt par ser activada) y una presencia que llamaba la atención, Tag gozaba de experiencia en el mundo real y también en el virtual, además de cierta fama en el mundo blogger. BlueBird actuó de celestina y los presentó.
Después, tal y como ocurren estas cosas, se agregaron a facebook (idea que a Mr.Twitter no hacia demasiada gracia), compartieron su número privado para poder whatsappear y se siguieron mutuamente en Twitter. Desconozco si llegaron a agregarse a linkedin.
Al parecer y visto lo visto, hubo feeling: La gente comenzaba a hablar de ellos en muchas de sus conversaciones o simplemente para opinar sobre un tema, se generaron interacciones que jamás hubieran ocurrido en otro escenario y se convirtieron en un requisito por el que pasar si se quería llegar a la mística expresión de trending topic.
Tiempo después, gozan de fama, reputación, respeto (esto es cuestionable en muchos de los casos) y una presencia 2.0 como pocas parejas han tenido nunca.
Romeo+Julieta, Bonnie+Clyde, La Merkel+Sarkozy...
#Hashtag, Estamos presenciando una de las grandes historias de amor del siglo XXI??
Saludos,
DaNi JuaN
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